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sábado, 7 de mayo de 2011

Diplomático. Más conocido como pudding.




Este postre lo hacía mucho mi madre. El origen de este tipo de postres es de las épocas de escasez cuando había que reciclar todo lo que sobraba. Y el pan daba mucho de sí. Se empezó haciendo con pan que había sobrado y poco a poco, a medida que había más alimentos y mayor nivel de vida, este postre se fue sofisticando un poco con bollos dulces y frutas escarchadas. Hay que hacerlo con unas horas de antelación o el día anterior.

Ingredientes para 6 - 8 personas


Las frutas escarchadas se pueden encontrar en confiterías,
supermercados o en El Corte Inglés.
500 gr de frutas escarchadas
6 - 8 bollos dulces
750 ml de leche entera
5 huevos
200 gr de azúcar para la natilla
5 cucharas soperas de azúcar para el caramelo
Un cuarto de limón
Se puede poner un poco de esencia de vainilla
Se puede servir con natillas y / o nata montada

Manos a la obra

En un molde poner las 5 cucharadas de azúcar con un chorrito de limón y unas gotas de agua. Ponerlo a fuego lento hasta que se haga un caramelo con el que recubrir el molde. Para cubrir el molde moverlo en diferentes direcciones. Utilizar un trapo o guante de cocina ya que el caramelo coge una temperatura muy elevada. Dejar enfriar el molde con el caramelo.



Cortas las frutas en trocitos pequeños.


Cortar los bollos en rebanadas.


Poner en el fondo del molde una capa de bollos.






Cubrirlo con frutas escarchadas.


Poner otra capa de bollos de modo que queden perpendiculares a la capa anterior. Esto le dará más consistencia al pastel. Es mi propia teoría, que me la he sacado de la manga... pero me gusta.


Seguir hasta terminar con una capa de bollos.



Batir la leche con los 5 huevos, los 200 gr de azúcar y la esencia de vainilla. Incorporar con cuidado al molde hasta cubrirlo.

  

Cocinarlo en el horno al baño maría para que quede más jugoso. Para ello poner agua caliente en una fuente de horno. Poner el molde en la bandeja y meter en el horno a 180º durante 1 hora aproximadamente.



Se sabrá que está listo cuando esté dorado por encima y al pincharlo con un cuchillo éste salga limpio.


Dejarlo reposar unas horas antes de desmontarlo. Es aconsejable hacerlo el día anterior. Se puede servir solo. Con natillas. Con nata montada. O con natillas y nata.


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