Este plato
combina los sabores de la pasta, espinacas, queso, salsa de tomate y bechamel.
Las posibilidades son varias dependiendo de los gustos. El relleno de la pasta
puede variar cambiando la verdura o introduciendo jamón o bacon. Se puede
servir solo con salsa de tomate o solo con bechamel. Hoy he decidido combinar las 2
salsas. Se puede terminar con queso rallado antes de hornearlo. Vamos a verlo
paso a paso.
Ingredientes para
4 personas
Pasta para
rellenar (unos 80 gr por persona)
300 gr de
espinacas limpias
2 puerros
1 diente de ajo
400 gr de queso
tipo ricotta o requesón
Salsa de tomate
para cubrir (medio litro). Puede ser casero o si lo compras que sea lo más casero posible.
Salsa bechamel
(medio litro)
Sal
Un chorrito de
aceite
Manos a la obra
Podemos empezar
con la salsa de tomate. Seguir esta receta o comprar una buena salsa de tomate
lo más casera posible.
Para el relleno,
coger el tallo blanco de los puerros, lavarlos y cortarlos en discos finos. Poner un poco de aceite en una cazuela y rehogar a fuego bajo junto con el diente de ajo picado. Tener en cuenta que las espinacas ocupan bastante sitio inicialmente por lo que la cazuela debe ser alta.
Cuando estén
pochados, añadir las espinacas y dar vueltas unos minutos hasta que se hagan.
Añadir el queso y
cocer unos tres minutos. Dejar reposar.
Cocer la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Rellenar la pasta con una cuchara pequeña de café.
Cubrir la pasta con la salsa de tomate. A continuación cubrir con la bechamel. Hacer la bechamel
siguiendo esta receta o comprarla de la mejor calidad posible.
Hornear en un
horno caliente a 180 grados durante 30 minutos. Subir la temperatura a 220
durante unos 10 minutos o hasta que se dore.
Sacarlo y dejar reposar unos 5 minutos antes de servir.