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miércoles, 6 de agosto de 2014

Sardinas con mucho sabor pero sin olor

   
servidas con vino blanco
El verano es la época de las sardinas, un pescado sabroso, económico y saludable. Las sardinas asadas están muy ricas pero el problema es...el olor! Ahora vamos a ver cómo asarlas en casa sin tener durante días ese olor tan fuerte. El secreto es asarlas en el horno.

Al comprarlas, para saber si están frescas, el ojo tiene que estar muy claro, si está turbio no es buena señal. También deben estar duritas, que estén blandas tampoco es buena señal.




Ingredientes

3 o 4 sardinas por persona
Sal gorda

Manos a la obra

Limpiar las sardinas y quitarles la tripa con la ayuda de unas tijeras aunque se pueden poner tal cual sin quitarles nada. Puedes utilizar guantes de látex si no te gusta el olor.
Ponerlas en una fuente de horno cubierta con papel de plata. Echar sal gorda por encima.


Hornearlas durante 8-10 minutos, dependiendo del tamaño, a horno fuerte: 220 grados. 


Sabremos que están hechas cuando los ojos se pongan blancos.


Sacar del horno y servir.


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