El bonito del norte, como se le suele llamar, es un tipo de atún, por lo que es un pescado azul. Es propio del verano y se relaciona con el mar Cantábrico aunque puede haber venido de otros mares. Es muy sabroso y aporta un gran número de vitaminas, minerales y proteínas. Apenas aporta carbohidratos. Aunque es graso, su grasa es de muy buena calidad reduciendo los niveles de colesterol. Es una carne compacta por eso al freírlo lo comparo con el pollo y lo llamo el pollo del mar. Esta forma de cocinarlo es perfecta para el verano ya que se puede servir a temperatura ambiente y se presta mucho para llevar a la playa o a la piscina siempre que esté bien cocinado y no pase muchas horas expuesto al calor. Lo he servido con pimientos verdes, patatas al vapor y mayonesa.
Ingredientes para 4 personas
1 rodaja de bonito de un dedo de ancho
Sal gorda
Pan rallado
Aceite de oliva suave para freír
Acompañamiento: pimientos rojos y/o verdes, patatas, mayonesa o verduras.
Manos a la obra
Cortar la rodaja de bonito en cuartos y limpiar la piel y las espinas.
Una vez limpio poner un poco de sal gorda y rebozarlo en pan rallado.
Freírlo en aceite caliente pero no demasiado caliente. Para que no se seque seco dejar que se dore un poco, uno o dos minutos, y darle la vuelta hasta que esté dorado por los dos lados. Sacar y dejar en un plato con papel de cocina para quitar un poco el exceso de aceite.
Servir.
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