Tortilla de patatas: todo un clásico

Esta es, sin duda, una de las recetas más fáciles y que más juego pueden dar: para cenas, para llevar a la playa o al campo... para lo que sea. También se puede servir, como arriba, sobre una rebanada de pan tostado con mayonesa y pimientos rojos.

Ingredientes:

1 ó 2 cebollas
4 ó 5 patatas
4 ó 5 huevos
Aceite para freír (de girasol o de oliva suave: 0,4º)
Sal

Manos a la obra:

Hay dos tipos de cocineros, los que pelan con cuchillo o con pelador. Yo prefiero un cuchillo pequeño bien afilado.

Cortarlas finitas.

Pelar y trocear la cebolla finita...que tiene su truco.

Freír en abundante aceite las patatas cortadas y la cebolla picada durante unos 25 minutos. El aceite debe estar caliente pero no demasiado ya que las patatas se harían demasiado rápido y no se harían por dentro.

En un bol batir los huevos y añadir sal. Escurrir bien las patatas cuando estén hechas y añadirlas al huevo. Mezclar y corregir la sal.

En una sartén antiadherente calentar a fuego medio un poco de aceite, lo justo para cubrir el fondo.

Cuando esté caliente echar la mezcla de patatas y huevo. Con la ayuda de un tenedor repartir la mezcla de patata por toda la sartén de forma uniforme. Dejar que se haga durante 3 ó 4 minutos moviendo la sartén para que cuaje de forma uniforme.

Con un plato o un vuelca-tortillas dar la vuelta a la tortilla y volverla a echar en la sartén y hacerla otros 3 ó 4 minutos.

Darles un par de vueltas más hasta que esté dorada. Sacar y dejar reposar unos 20 minutos o media hora antes de servir.  La tortilla se puede hacer con antelación y servir a temperatura ambiente. Se puede servir sola, con ensalada, con pimientos rojos y/o verdes. También se puede servir en mini-bocadillos con pimientos rojos o verdes y mahonesa. Las opciones son múltiples.

Hoy he servido la tortilla con tomate aliñado y zanahoria.

Y al día siguiente:

Y de postre he reciclado lo que sobró del brownie y lo he servido sobre fresas, plátano y yogur. No está mal para ser un miércoles...

Anécdota: Hace años un amigo inglés que había probado la tortilla y le había gustado decidió hacerla. Cuando le pregunté después cómo le había salido me dijo que fatal, que no se la pudo comer. Le pedí que me explicara lo que había hecho. Había seguido todos los pasos al pie de la letra pero....se le había olvidado freír las patatas. Las cortó y directamente las mezcló con el huevo y le dio la forma.