Un clásico muy socorrido ya que puede servirse para desayunar o merendar. También se puede servir con helado a modo de postre después de una comida.
Ingredientes
6 huevos
200 ml de nata líquida
150 gr de azúcar
200 gr de harina de bizcocho
Azúcar glass para espolvorear
(Si no se tiene harina de bizcocho añadir a la harina normal 2 cucharaditas de levadura en polvo y una pizca de sal fina).
Manos a la obra
Batir con varillas los huevos con el azúcar durante 2 o 3 minutos hasta que salgan burbujitas.
Añadir la nata y batir. Añadir poco a poco la harina e incorporarla con una espátula sin batir, de forma envolvente.
Cubrir un molde con mantequilla y harina espolvoreada para que no se pegue. Echar la mezcla.
Hornear a horno medio durante 30 o 40 minutos, hasta que esté dorado y hecho por dentro. Meter un cuchillo y cuando salga limpio estará hecho. Dejar enfriar antes de desmoldar. Espolvorear azúcar glass.
Hoy lo he servido con helado de vainilla, nueces, y dulce de leche.